GÓMEZ VILLAFAÑE, PLATA EN CICLISMO MOUNTAIN BIKE

GÓMEZ VILLAFAÑE, PLATA EN CICLISMO MOUNTAIN BIKE Prensa COA

La chubutense Sofía Gómez Villafañe se adjudicó la medalla de plata en la prueba femenina cross country olímpico del ciclismo mountain bike de los XVIII Juegos Panamericanos Lima 2019, al llegar segunda, con un tiempo de 1 hora, 31 minutos y 06 centésimas para completar los 4,2 kilómetros del circuito Morro Solar. La medalla dorada quedó en manos de la campeona mexicana Daniela Campuzano, que empleó 1:30:45, y la de bronce fue para la brasilera Jaqueline Mourao, con 1:31:12. La otra argentina que participó en esta competencia, Agustina Apaza, quedó en el quinto puesto, con 1:33:56.

 

 

Gómez Villafañe, de 25 años, radicada en Texas (Estados Unidos), admitió que sentía “muchos nervios al saber que tenía posibilidad de medalla en mi primer Panamericano de mayores. Tuve una largada tranquila y Daniela hizo un ataque que no pude seguir!. Luego contó que “nací en Esquel, donde viví hasta los 12 años. Después nos mudamos con mi familia a Estados Unidos, me metí en el mountain bike y a los 14 comencé a competir con una beca para una universidad en Colorado”. La subcampeona panamericana reconoció que “mi gran objetivo es llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, para eso hicimos un plan de cuatro años con mi entrenadora”. Gómez Villafañe explicó que su decisión de representar a Argentina y no a Estados Unidos la definió en su participación con la camiseta albiceleste en un torneo panamericano cuando tenía 17 años. “Si quisiera cambiarla debería hacer un montón de trámites, pero al margen de eso, mi deseo es ir a Tokio representando a Argentina”, dijo.

 

 

En la competencia masculina, los argentinos Álvaro Macías y Catriel Soto se ubicaron sexto (1:30:49) y decimoquinto (1:35:40), respectivamente. Los medallistas fueron el mexicano José Ulloa (oro, 1:25:03), el brasilero Henrique Da Silva (plata, 1:27:08) y el chileno Martín Vidaurre (bronce, 1:27:31).

 

 

Macías dijo sentirse “contento y tranquilo, porque dejé todo en la pista y eso es lo importante. El circuito es muy difícil, muy técnico, muy duro y, por sobre todo, muy físico. Con el correr de las vueltas se hacía cada vez más duro. Si bien uno está preparado para esto, el cuerpo siente el cansancio. De todos modos, creo que salieron bien las cosas. La experiencia es positiva porque estos son mis primeros Panamericanos y queda mucho por delante”.

 

 

Para Soto, las sensaciones que se lleva “son más amargas que agridulces. Había entrenado muy bien para esto, y hoy el cuerpo no respondió de la manera que planificamos. No soy de echarle las culpas al circuito, porque es el mismo para todos. Uno lo conoce bien, se entrena, se adapta, regula los materiales, aquí el que falló fui yo. Llevo un tiempo sin poder encontrar mis mejores sensaciones y por ahí eso agobia un poco, pero hay que seguir trabajando más que nunca. Sé que trabajando duro los resultados, tarde o temprano, van a llegar. Igual, representar a Argentina en un Panamericano no es poca cosa”.