Sebastián Rossi forma parte de la selección nacional de canotaje, e integró la delegación olímpica argentina en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, en la especialidad de slalom masculina.

 

En 2015, durante las semifinales del Campeonato Mundial Sub-23 en Foz de Iguazú, Brasil, a Sebastián se le rompió su pala antes de pasar por la largada, y decidió terminar el recorrido impulsándose con sus brazos.

 

Su enorme coraje y esfuerzo tuvo  una gran repercusión alrededor del mundo debido a ser un hecho  inédito y difícil de lograr, por lo que Rossi recibió el premio al “esfuerzo extraordinario” por parte de la Federación Internacional de Canoas (ICF).

 

Además, Rossi, de 24 años,  ganó una medalla de bronce en los Juegos Panamericanos Toronto 2015.

Jorge Rodríguez es un médico cirujano que compite en las habituales “Ironman”, carreras de resistencia que combinan la natación, el ciclismo y el maratón. El tucumano, de 46 años, combinó sus dos actividades: en plena carrera le reconstruyó la cara a otro atleta y luego juntos finalizaron la competencia.

 

El increíble y admirable hecho ocurrió este año en León, México. Jorge viajó para competir en la DecaultraTri, que consiste en nadar 3,8 kilómetros, recorrer 180 kilómetros en bicicleta y correr otros 42, sin parar en cada uno de los cinco días que dura la carrera.

 

El tucumano, único representante argentino en la competencia, se cruzó en el momento justo con el atleta noruego Henning Olsrund. Cuando llevaba recorridos 20 km de nado, otros 825 en bicicleta y unos 168 a pie, Rodríguez sufrió una fuerte caída que lo mandó al hospital con algunos rasguños.

 

Henning Olsrud cayó en una bajada rápida y peligrosa donde se rompió los labios, los dientes y la nariz. En ese momento, venía en el segundo puesto de la competencia.

 

En el hospital no había cirujano que haga la reconstrucción de labios y cara que Olsrud  precisaba, así que Rodríguez aún vestido para correr entró al quirófano y le reconstruyó la cara a su colega.

 

Si eso parecía poco, lo que siguió fue aún más increíble. Después de tres horas de cirugía, ambos se fueron juntos del hospital y completaron los 180 kilómetros en bicicleta y los 42 corriendo que les faltaban. Al cruzar la meta se abrazaron. Por tiempo acumulado, el noruego finalmente fue tercero y el argentino, quinto.

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