PARETO Y BACH, EN LA INAUGURACIÓN DE LA CASA ARGENTINA

Paula Pareto, en la Casa Argentina, exhibe orgullosa su medalla. Paula Pareto, en la Casa Argentina, exhibe orgullosa su medalla. Prensa COA / ENARD

La presencia de la flamante medallista de oro, Paula Pareto; del Presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach; del ex titular del COI, Jacques Rogge; dirigentes de varios Comités Olímpicos Nacionales; el Secretario de Deporte de la Nación, Javier Mac Allister; periodistas de varios países e invitados especiales jerarquizaron la inauguración de la Casa Argentina en Río de Janeiro, donde el Presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), Gerardo Werthein y el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, hicieron las veces de anfitriones.

 

 

El momento más importante de la noche fue cuando “La Peque” Pareto ingresó al salón. Antes, en la calle, se confundió en un interminable abrazo, primero con su mamá y luego con su papá. Ya dentro de la Casa Argentina, sus amigos, los que la acompañaron en este momento histórico de su carrera le hicieron un pogo, en el que ella misma participó.

 

Dos parejas de baile hicieron una demostración de tango y los ilustres visitantes dejaron su firma en la réplica del Obelisco que se destaca en el centro del salón principal.

 

Luego de breves palabras de Bach, Werthein, Rodríguez Larreta y Mac Allister, se realizó una informal conferencia de prensa con Pareto, donde los periodistas le preguntaron sobre las sensaciones de haber logrado la medalla dorada. “La Peque” dijo, entre otras cosas, que “espero tener un sobre techo en mi carrera, porque no me imagino nada más importante que ganar una medalla de oro olímpica”. Confesó también que “me gustaría que el ejemplo de que con sacrificio todo es posible prenda en los chicos, que en las escuelas nazcan futuros deportistas”. Y admitió que “me enteré por los periodistas de que soy la primera mujer argentina en ganar un oro”.

 

La Casa Argentina, que fue inaugurada esta noche, es un predio de más de 700 metros cuadrados, montado sobre la avenida Embaixador Abelardo Bueno, frente al hotel Hilton, entre las dos últimas paradas del sistema de metrobús olímpico exclusivo que lleva al Parque Olímpico.

 

Allí podrán encontrarse, para compartir un rato de esparcimiento y saborear comidas tradicionales argentinas, los 213 atletas que integran la delegación olímpica más grande de la historia para nuestro país, sus familiares, los periodistas acreditados e invitados especiales.

 

El lugar, con un amplio salón principal (en el centro del mismo se erige una réplica del Obelisco porteño) y dos secundarios, decorado con imágenes de nuestros deportistas, servirá también para promocionar la Argentina, sus destinos turísticos y su oferta cultural en general. Y sobre todo, los Juegos para la Juventud de 2018.

 

Argentina nunca había tenido un espacio de estas características en eventos deportivos anteriores. En Londres 2012 también hubo una Casa Argentina, pero fue hecha dentro de un restaurante. Esta vez la apuesta fue mucho mayor, con identidad y presencia propia. Está en un lugar estratégico, a diez cuadras del Parque Olímpico, paso obligado para quienes lleguen caminando y visible a todos los que se trasladen por medio del transporte público.

 

Dentro de la casa se realizarán actividades institucionales con federaciones internacionales, operadores turísticos, sponsors del Comité Olímpico Argentino, prensa argentina y brasileña. También habrá recepciones en las que ciertas provincias agasajarán a atletas de sus distritos, una noche de degustación de vinos y hasta la proyección del documental sobre Luciana Aymar, ex capitana de Las Leonas".

 

La gala de cierre está prevista para el día 20, cuando más de 200 personas se congreguen para despedir a los atletas y ponerle un punto final a esta ponderable iniciativa.