El evento comenzó con una exhibición de danza folklórica, que recorrió la rica diversidad cultural de Paraguay. La música dio paso a una secuencia de luces y sonidos que capturaron la esencia de los pueblos originarios y la tradición del país anfitrión. La apertura de la ceremonia se destacó por la fuerza simbólica de la celebración de la identidad paraguaya, pero también por su llamado a la integración panamericana.
A medida que la llama panamericana, símbolo de la fraternidad deportiva, se extinguía en el pebetero principal, la emoción en el ambiente era palpable. La ceremonia estuvo marcada por discursos emotivos de líderes deportivos, como el presidente del Comité Olímpico Paraguayo, Camilo Pérez López Moreira, quien prefirió no leer el discurso que tenía previsto e improvisar un mensaje ante los deportistas, en el que destacó el impacto positivo que estos Juegos han tenido en la región, especialmente en términos de desarrollo y visibilidad para los atletas jóvenes. “Hoy, nuestros jóvenes han demostrado que el futuro del deporte en América es prometedor. Estos Juegos han sido un hito para Paraguay, un legado para las futuras generaciones de atletas, y un ejemplo de que el deporte puede unirnos más allá de las fronteras”, afirmó. Además, el Comité Organizador presentó un video que resumió los momentos más emocionantes de la competencia, desde los récords batidos hasta los gestos de deportividad que marcaron cada disciplina, y el enorme legado que le quedará a Paraguay en infraestructura.
El presidente de Panam Sports, Neven Ilic, también en un improvisado discurso, tuvo palabras de agradecimiento hacia los organizadores y los participantes: “Este evento ha sido una verdadera fiesta deportiva. Hemos sido testigos de un nivel de competencia excepcional y del valor de la solidaridad entre nuestros jóvenes atletas. Los II Juegos Panamericanos Junior Asunción 2025 han demostrado que el futuro del deporte panamericano está en manos de estos jóvenes, que son el alma de nuestros sueños deportivos. Ustedes llegaron a estos Juegos sabiendo que son los mejores de América y se van confirmando lo mismo, pero a partir de mañana, con trabajo, esfuerzo y sacrificio, con el apoyo invalorable de sus familias, tienen que comenzar a trabajar para ser los mejores del mundo”, enfatizó antes de dedicarle un emotivo párrafo aparte al trabajo de los voluntarios.
La despedida fue marcada por una inesperada, pero emotiva sorpresa: la presencia de jóvenes atletas que representaron a los países participantes encendiendo un fuego simbólico de esperanza y renovación. El acto final incluyó una cuenta regresiva, culminando con una explosión de fuegos artificiales que iluminaron el cielo de Asunción, reflejando el espíritu de unidad y optimismo de todos los participantes.
También tuvo lugar en la ceremonia el gesto simbólico que cierra este ciclo: la bandera panamericana fue entregada oficialmente por Camilo Pérez López Moreira a Neven Ilic para que el titular de Panam Sport se la haga llegar a los organizadores de los III Juegos Panamericanos Junior, a realizarse en Guadalajata en 2029. Con esta ceremonia, el legado de Asunción 2025 se cierra, pero el testimonio pasa a otra ciudad que, en cuatro años, será el epicentro de la juventud deportiva del continente.
Al final de la noche, mientras el show Rombai, el musical del grupo musical uruguayo de cumbia pop liderado por Fer Vázquez, brindaba su show desde el escenario y los atletas bailaban y disfrutaban del espectáculo sin distinción del país que provenían, quedaba claro que los II Juegos Panamericanos Junior Asunción 2025 no sólo fueron una competencia deportiva, sino también un evento de gran relevancia para la integración regional. Un evento que, sin duda, ha dejado una marca profunda en la historia del deporte juvenil en América.