UNA PÉRDIDA IRREMPLAZABLE, MURIÓ OSVALDO SUÁREZ

El Comité Olímpico Argentino (COA) expresa su dolor ante el fallecimiento a los 83 años del célebre maratonista olímpico Osvaldo SuárezUna verdadera leyenda del atletismo nacional.

 

Oriundo de Wilde, inició la práctica deportiva a los 14 años en los clubes de su barrio. En 1952, con tan solo 18 años hizo su debut en el Campeonato Sudamericano de Buenos Aires donde consiguió el sexto puesto en los 1.500 metros.

 

 

Suárez fue uno de los más destacados atletas que ha tenido nuestro país, fue múltiple campeón y medallista nacional, sudamericano, iberoamericano y panamericano.

 

No pudo estar presente en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956 a causa de una sanción cuando se perfilaba como el gran candidato a la medalla de oro. Se tomó revancha en Roma 1960 donde finalizó noveno en el maratón, estableciendo un récord sudamericano que mantuvo por casi dos décadas. Su tercer Juego Olímpico fue Tokio 1964 donde no pudo completar la prueba y debió abandonar.

 

Fue representante argentino en los Juegos Panamericanos México 1955 donde se alzó con las preseas doradas en las pruebas de 5.000 y 10.000 metros. Cuatro años más tarde en los Juegos Panamericanos Chicago 1959 ganó la competencia de 10.000 metros y volvió a colgarse la medalla de oro en los Panamericanos de San Pablo 1963 pero en esa oportunidad en los 5.000 metros.

 

A nivel Sudamericano fue imbatible. Se consagró Campeón Sudamericano de 5.000, 10.000 metros y Medio Maratón en Santiago de Chile 1956; en el Sudamericano de 5.000, 10.000 metros y Medio Maratón de Montevideo 1958. En el Sudamericano de 5.000 y 10.000 metros de Lima 1960; Sudamericano de 5000 y 10.000 metros de Cali 1960; y en 1957 se quedó con el Sudamericano de 10.000 metros celebrado en Buenos Aires.

 

También fue campeón Iberoamericano de 5000, 10.000 metros, y Maratón en Santiago de Chile 1960, y en el Iberoamericano de Madrid 1962 se adueñó del título en 5000 y 10.000 metros.

 

A su vez, fue distinguido con el Olimpia de Oro en 1958 y el Premio Konnex al mérito en atletismo en 1980.

 

Ganó la Travesía de San Silvestre, en San Pablo, donde los más destacados fondistas del mundo se daban cita para recorrer las calles de Latinoamérica, en tres oportunidades y de forma consecutiva: 1958, 1959 y 1960.

 

A principios de la década del `70 se retiró y comenzó a enseñar y entrenar a los más jóvenes. Una de las pistas del CeNARD lleva su nombre.